¿Cómo se certifica la calidad de la leche de oveja?

La certificación de calidad en la leche de oveja es un proceso esencial para garantizar un producto seguro, nutritivo y apto para la producción de quesos y otros derivados lácteos. Esta certificación no solo responde a normativas sanitarias, sino que también es clave para asegurar la confianza del consumidor y el reconocimiento del producto en mercados nacionales e internacionales.

Calidad de la leche de oveja

Recuerdo cuando visité una explotación ovina en Castilla y León especializada en la producción de leche de alta calidad. El ganadero me explicó que, aunque tenían un rebaño sano y bien alimentado, la certificación no era un trámite sencillo. Me mostró cómo debían realizar controles periódicos de la leche, asegurarse de que los niveles de grasa y proteína fueran adecuados y cumplir con estrictas normativas sanitarias. Me impresionó ver la cantidad de pruebas que debían pasar antes de que la leche pudiera ser comercializada con un sello de calidad.

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En este artículo, exploraremos los criterios utilizados para certificar la calidad de la leche de oveja, los análisis que se realizan y la importancia de este proceso para garantizar un producto seguro y competitivo.

Normativas y certificaciones para la calidad de la leche de oveja

La calidad de la leche de oveja se certifica a través de normativas nacionales e internacionales que establecen los parámetros sanitarios y nutricionales mínimos.

Normativa europea y española

La Unión Europea regula la producción de leche a través del Reglamento (CE) 853/2004, que establece requisitos para la seguridad alimentaria en la producción primaria. En España, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) refuerza estas directrices con normativas específicas para la calidad y trazabilidad de la leche de oveja.

Entre los aspectos que regulan estas normativas están:

  • Límites microbiológicos: Control de bacterias como Listeria monocytogenes o Salmonella.
  • Residuos de antibióticos: Control estricto para evitar la presencia de sustancias prohibidas en la leche.
  • Parámetros fisicoquímicos: Contenido de grasa, proteína y extracto seco.

En la explotación que visité, el ganadero me mostró cómo un inspector revisaba cada mes los resultados de las pruebas de laboratorio para garantizar el cumplimiento de estas normativas. Me explicó que una sola muestra fuera de los parámetros podía significar la retirada de la certificación y la imposibilidad de vender la leche en ciertos mercados.

Factores que determinan la calidad de la leche de oveja

Para obtener una certificación de calidad, la leche debe cumplir con ciertos parámetros que garantizan su seguridad y propiedades nutricionales.

Composición nutricional

Uno de los principales criterios de certificación es el equilibrio entre grasa, proteína y lactosa.

  • Grasa: Un nivel óptimo de grasa es esencial para la producción de quesos de calidad.
  • Proteína: Influye en el rendimiento quesero y en la textura del producto final.
  • Extracto seco: Afecta la densidad y consistencia de la leche.

Durante mi visita, el técnico encargado de los análisis me mostró cómo evaluaban la composición de la leche con un espectrofotómetro. Me explicó que, si los valores de proteína eran demasiado bajos, la leche podía no ser apta para ciertos tipos de quesos.

Carga bacteriana y salud del rebaño

La calidad microbiológica es fundamental en la certificación de la leche de oveja. Para ello, se realizan análisis de:

  • Recuento de células somáticas: Un indicador de la salud de la ubre de las ovejas. Un número elevado puede indicar infecciones como la mastitis.
  • Recuento de bacterias totales: Debe mantenerse dentro de los límites establecidos para garantizar la seguridad alimentaria.

El ganadero con el que hablé me explicó que, para reducir el riesgo de infecciones en el rebaño, llevaban un estricto control veterinario y aplicaban medidas de higiene en el ordeño. También me mostró cómo utilizaban pruebas rápidas en la propia granja para detectar problemas antes de que afectaran a la certificación de la leche.

Residuos de antibióticos y contaminantes

Uno de los aspectos más rigurosos en la certificación es la ausencia de antibióticos y contaminantes en la leche.

  • Pruebas de detección de residuos de antibióticos: La leche contaminada con antibióticos no puede ser utilizada para el consumo humano.
  • Análisis de contaminantes ambientales: Se evalúa la presencia de metales pesados o pesticidas.

El técnico me explicó que cada tanque de leche es analizado antes de su recogida, y si se detecta la presencia de antibióticos, toda la producción es desechada. En la explotación que visité, utilizaban protocolos estrictos para garantizar que ninguna oveja tratada con antibióticos contribuyera al suministro de leche hasta que se completara el período de retirada del medicamento.

Certificaciones de calidad más importantes

Además de los controles sanitarios, existen certificaciones específicas que garantizan la excelencia de la leche de oveja y sus derivados.

Denominaciones de Origen Protegidas (DOP)

La leche utilizada para algunos quesos cuenta con certificaciones de origen que garantizan su autenticidad y calidad.

Algunas de las más reconocidas en España incluyen:

  • Queso Manchego DOP
  • Queso Zamorano DOP
  • Queso Idiazábal DOP

El ganadero me explicó que su producción estaba dentro de una DOP, lo que significaba que debían cumplir con estándares aún más exigentes en cuanto a la alimentación de las ovejas, el ordeño y la calidad de la leche.

Certificación ecológica

La certificación ecológica garantiza que la leche proviene de rebaños criados bajo estándares de bienestar animal y sin el uso de productos químicos sintéticos en su alimentación.

  • Se prohíben los piensos modificados genéticamente.
  • Se minimiza el uso de antibióticos.
  • Se fomenta el pastoreo natural.

En la explotación que visité, me mostraron cómo algunas ovejas eran criadas bajo un sistema ecológico certificado, lo que les permitía comercializar su leche con un valor añadido en mercados especializados.

Mi visita a la explotación ovina me permitió ver de primera mano la cantidad de controles que se realizan antes de que un litro de leche llegue al consumidor. Comprendí que la calidad de la leche no es solo una cuestión de producción, sino de compromiso con la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la tradición quesera.

Las certificaciones no solo benefician a los productores al mejorar la competitividad de sus productos, sino que también garantizan que los consumidores tengan acceso a un producto de confianza. Detrás de cada queso elaborado con leche de oveja certificada hay un proceso de control exhaustivo que asegura su autenticidad y excelencia.

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